La quinua ha dejado de ser un grano marginal para convertirse en un pilar de la alimentación saludable y sostenible a nivel global. Su demanda crece impulsada por dietas sin gluten, plant-based y funcionales, generando oportunidades económicas y desafíos socioambientales en su región de origen.
1. Tendencias globales de consumo
En 2024 el mercado mundial de quinua alcanzó un valor estimado de USD 1.08 mil millones, y se proyecta que superará los USD 2.05 mil millones en 2032, con una tasa compuesta anual de crecimiento (CAGR) del 8.2% entre 2025 y 2032.
- Regiones líderes
- Norteamérica concentra el 35.2% de la cuota de mercado en 2025, por el auge de dietas sin gluten y veganismo.
- Europa representa el 27.6% en 2024, con fuerte demanda en Francia, Alemania y Reino Unido.
- Asia-Pacífico (21.6%) crece por la urbanización y búsqueda de superalimentos en China, India y Japón.
- Segmentos de producto
- Expansión geográfica
2. Impacto económico en los Andes
Incremento de ingresos y bienestar
- El “boom” de la quinua elevó los precios internacionales hasta triplicarlos entre 2011 y 2014, mejorando notablemente los ingresos de pequeños productores andinos.
- Estudios en Junín revelan que el incremento de precios tuvo un efecto positivo tanto en la producción como en la propia ingesta de quinua de los hogares andinos, contrarrestando temores de que los agricultores dejaran de consumir su principal alimento.
- En Bolivia, Perú y Ecuador la producción se multiplicó para abastecer la demanda interna y de exportación, dinamizando economías locales.
Volatilidad y vulnerabilidad
- La rápida caída de precios post-2014 generó incertidumbre y riesgos financieros para los agricultores que habían intensificado cultivos basados en expectativas de altos ingresos.
- La elasticidad precio-consumo de la quinua mostró que, pese al alza de precios, los hogares continuaron consumiéndola, pero quedaron expuestos a fluctuaciones de mercado que afectan su seguridad alimentaria.
3. Impacto socioambiental
Presión agrícola y degradación
- La expansión de monocultivos en altiplanos andinos ha causado:
Desplazamiento cultural
- El incentivo económico empujó a muchos campesinos a abandonar prácticas agroecológicas ancestrales y pastoreo de llamas, reduciendo la fertilidad natural del suelo y el acervo cultural asociado al cultivo tradicional.
Resiliencia y adaptación
- Investigaciones de sostenibilidad plantean rotaciones de cultivos, sistemas agroforestales y conservación de variedades nativas para mitigar impactos ambientales y preservar el conocimiento local.
La quinua transita de cultivo ancestral andino a productos de alto valor global, con un mercado que crecerá a un ritmo sostenido (CAGR 8.2%) y donde Norteamérica y Europa lideran la demanda. En los Andes, este auge ha significado mayores ingresos y mejoras de bienestar, pero también enfrenta a los pequeños productores a la volatilidad de precios, la degradación ambiental y la erosión cultural. La clave para un futuro sostenible radica en balancear la expansión global con prácticas agrícolas responsables, diversificación de variedades y apoyo institucional que fortalezcan tanto la economía regional como la conservación de los ecosistemas y saberes tradicionales.